viernes, 31 de diciembre de 2010

El liderazgo nace del corazón


Ayer Carlita, mi hermosa hija de casi 10 años, aprendió a montar bicicleta !!!

Aprendí mucho.

Fuimos al parque con su bicicleta nueva, estaba feliz, su sonrisa no cabía en su rostro y todo su cuerpo derrochaba alegría y entusiasmo. Mostraba esa emoción indescriptible que sólo los niños saben entregar al mundo cuando sueñan con algo.

Ella deseaba tanto montar bicicleta. Deseaba estar montada en su bicicleta atravezando los caminos de ensueño que su mente podía crear. En el corazón llevaba el DESEO de volar en su bicicleta.

Cualquier proceso de liderazgo nace con el deseo.

Estando en el parque me pidió que la ayudara a montar, que le enseñara como es que podía hacer aquello que había visto en las pantallas de su imaginación. Escuchó atentamente, miraba la bicicleta, y se dejó enseñar.

Todo líder que realmente desea lograr el éxito busca la manera de aprender de otras personas, encontrará a los maestros o modelos que le enseñarán el camino, ese es la manera más corta y segura de volverse sabio. Aceptar con humildad que necesita aprender de los demás.

Subió, se sentó, colocó un pie en el pedal, apretó los puños y arrancó. Con una gran sonrisa cayó al suelo. Me miró, tenía la bicicleta sobre ella y la mano extendida, aun con la sonrisa y con esos hermosos ojos llenos de futuro, me dijo la frase que tantas veces habiamos repetido juntos: "CUANDO UNO SE CAE ..." y yo respondí " ... SE LEVANTA, vamos campeona"

El líder se concentra en su tarea e inicia lo que tiene que hacer. Si se cae, se levanta y lo hace con una sonrisa en el rostro y mirando el futuro soñado, armado de la fortaleza mental que guarda en sus recuerdos y su mente.

Nuevamente lo intentó y se volvió a caer. Me pidió ayuda y momentos despues yo corría tras de ella sosteniendo la bicicleta para que no se caiga "Eso hija, vamos Carlita, eres una campeona, tu puedes"
Luego de varios intentos la iba soltando hasta que empezó a manejar por ella misma. Ya no se caia. Ya manejaba un buen tramo sola. Yo corria tras de ella y escuchaba su risa de felicidad que sin palabra decía "lo estoy logrando, lo estoy logrando"
Ella siguió intentando hasta que lo logró. Hasta que lo logró. HASTA QUE LO LOGRÓ.

Asi es el liderazgo.
Es tener el deseo guiado por un propósito, poner acción y tener la resolución de lograrlo y no detenerse hasta lograrlo.

Gracias Carlita, gracias porque me enseñas que todo en la vida nace del deseo y que el liderazgo nace del corazón.


domingo, 12 de diciembre de 2010

Lecciones de mi madre: Todos podemos hacer milagros


Estoy convencido que las personas que viven intensamente su vida se vuelven sabias, en especial las mujeres. He tenido la suerte y la oportunidad de ver a muchas mujeres que con el paso de los años derrochan sabiduría y algunas un humor lleno de paz.

La experiencia reflexionada de la maternidad (o paternidad) hace que la madre (o el padre) descubra el amor gratuito como modo de vida.

Siempre pensé que los milagros son acciones o intervenciones de Dios en la vida de las personas. Tendemos a pedir que "ojalá un día Dios me conceda un milagro". En nuestra mente creemos que si Dios hace aquello que le pedimos estamos ante un milagro.

Le pedimos a Dios que cure a mi tio que esta enfermo, o le pedimos a Dios que me haga sacar el boleto ganador. Siempre queremos que Dios haga aquello que queremos o necesitamos. Nos han enseñado que si Dios hace lo que le pedimos, si hace nuestra voluntad, él hace un milagro.

Prefiero pensar que un milagro no es que Dios haga nuestra voluntad, sino que nosotros hagamos la voluntad de Dios.

Somos nosotros los que tenemos que tomar acción y comenzar a hacer aquello que Dios nos pide que hagamos y que él sabe que necesitamos para vivir en abundancia.

Si nosotros empezamos a hacer en nuestra vida lo que Dios nos dice estamos haciendo en nosotros un milagro. Pero si hacemos que los demás hagan lo que Dios pide estamos haciendo un milagro en los demás.

Esta semana vi un milagro. Vi como un enfermo se curaba y de tener paralizado medio cuerpo empezó a moverlo y rápidamente se le vio recuperarse. Lo más sorprendente de todo es que el milagro lo hizo mi madre, que con el paso de los años se vuelve más sabia.

Mi tio, el hermano de mi madre, tuvo un accidente hace menos de dos meses y a raiz de ello medio cuerpo quedó paralizado. Los médicos dijeron que debía ejercitarse pero que su recuperación sería larga. Se le internó en una casa de reposo. En el último mes no había mejoría, toda la mitad del cuerpo la tenía paralizada.

El tienen una rutina de ejercicios unos más complicados que otros. Uno de ellos es levantar el hombro y moverlo en forma circular. Mi madre lo acompañaba y alli hizo el milagro de curarlo:

- Debes mover el hombro primero hacia arriba y luego en forma circular hacia adelante.
- No puedo -respondía él balbuceando -
- Trata de moverlo, debes hacer el intento.
- No puedo, es muy difícl (casi se le podía entender)
- Vamos que te ayudo
- Me duele mucho

Con mucha paciencia mi madre le ayudaba a hacer los movimientos pero setía resistencia por parte de su hermano. La principal virtud de mi madre no es la paciencia, pero ella estaba alli, gratuitamente, respirando en profundidad y hablandole para que pueda sacar lo mejor de él.

- Debes movelo solo
- Me duele mucho, es complicado, mejor descanso
- Hay que seguir vamos dejame ayudarte
- No puedo, es muy difícil

Podía ver como se le agotaba la paciencia a mi madre, ella nunca permitío que ninguno de sus hijos se rindiera, ella es una mujer luchadora, de caracter fuerte y palabras como espadas.

De pronto y sin que lo esperara nadíe, después de varios "no puedo" mi madre reaccionó:

"Carajo !!!, ..... Mierda !!! que crees? que vamos a estar aca viendote sufrir por el resto de tu vida, tirado en la cama? NO, estas muy equivocado. No te das cuenta del esfuerzo que cada uno de tus hermanos esta haciendo para que puedas estar aca y te atienda y asi que tu no hagas ningún esfuerzo? No muchacho, ahorita mismo empiezas a hacer los ejercicios porque si no, no sabes lo que te espera,........"

Todos nos quedamos de una pieza, frios. Cuando se calló mi madre se hizo un silencio profundo, de aquellos como cuando pasa un ángel y de pronto, mi tio empezó a poner la cara de color rojo, y llena de presión y su hombro se empezó a mover. Solo. Nadie lo ayudó.

Todos estabamos sorprendidos. Y mientras el hacia su mejor esfuerzo nuevas palabras salieron de la boca de mi mandre:

"Ya ves, un buen carajo era lo que necesitabas. Vamos a seguir intentando"

En los siguientes tres días ya era capaz de comer solo, afeitarse y hacer algunos movimientos finos.

Gracias madre por el milagro que nos regalaste. Pienso que a veces necesitamos que alguien nos ponga en el partidor y que empuje a avanzar.

Muchos de nosotros no tenemos el cuerpo paralizado, entonces:

- Cuándo carajos vas a empezar a vivir la vida que te merece?
- Ya tienes un plan para tí? lo estas cumpliendo?
- La gente con que te rodeas, te ayuda a realizar tu plan de vida?
- Tu ayudas a tus amigos y a tu pareja a ser una mejor persona todos los días?

Si crees que esto le puede ayudar a otras personas, recomiendalo a tus amigos.